Moncho fernández llega al Obradoiro.
CAB OBRADOIRO
El Obradoiro CAB ya tiene entrenador para la próxima temporada. Es Moncho Fernández. El santiagués estaba en todas las quinielas, pero el club no lo hizo oficial hasta ayer.
Moncho Fernández aterriza en su ciudad. Quiere ser profeta en su tierra. No desea que se le mire el DNI. Quiere poner encima de la mesa su trayectoria como entrenador y su capacidad para llevar por la senda adecuada al Obradoiro. Una camino que lleva a la ACB, aunque con mucho esfuerzo y trabajo.
El técnico compostelano ya estuvo a punto de coger las riendas el año pasado del Obradoiro, en la última parte de la temporada. Pero entonces no se dieron las circunstancias adecuadas para que pudiera sustituir a Curro Segura en el banquillo del Obradoiro. Ahora adopta un proyecto en ciernes, aunque el mes de agosto es tarde para algunas cosas.
Eso es algo que tienen que aceptar tanto Moncho Fernández como Chete Pazo, el director gerente del club. Muchos equipos en la LEB Oro se han puesto manos a la obra y ya tienen perfilada su plantilla. Mientras, el Obradoiro, en la parte deportiva, es un solar. Falta, a excepción de Moncho, toda la estructura del cuerpo técnico, además de los jugadores. En la parte administrativa también hay déficit de personal, ya que en estos momentos, junto a Pazo, sólo hay dos personas en el club.
Moncho Fernández aterriza en su club después de una larga trayectoria que ha dividido entre la Liga ACB y la LEB Oro. En esta categoría comenzó como entrenador ayudante de Moncho López en Gijón, equipo que dirigiría él más tarde en la LEB 1, entonces. Más tarde fue al Breogán, de nuevo a ser el ayudante de Moncho López, ahora en el Oporto portugués. Tras dos temporadas en Lugo, cogió sus maletas y se fue a Los Barrios, donde estuvo tres años, y donde fue capaz de mostrar lo mejor de sí como entrenador jefe de un equipo.
El año pasado le dieron la oportunidad en el CB Murcia en la Liga ACB. No tuvo suerte, con un equipo pequeño y un ambiente que quizá no fue el mejor. Fue despedido el 7 de diciembre, y sustituido por Edu Torres, que no fue capaz de salvar al equipo del descenso de categoría.
El Obradoiro CAB ya tiene entrenador para la próxima temporada. Es Moncho Fernández. El santiagués estaba en todas las quinielas, pero el club no lo hizo oficial hasta ayer.
Moncho Fernández aterriza en su ciudad. Quiere ser profeta en su tierra. No desea que se le mire el DNI. Quiere poner encima de la mesa su trayectoria como entrenador y su capacidad para llevar por la senda adecuada al Obradoiro. Una camino que lleva a la ACB, aunque con mucho esfuerzo y trabajo.
El técnico compostelano ya estuvo a punto de coger las riendas el año pasado del Obradoiro, en la última parte de la temporada. Pero entonces no se dieron las circunstancias adecuadas para que pudiera sustituir a Curro Segura en el banquillo del Obradoiro. Ahora adopta un proyecto en ciernes, aunque el mes de agosto es tarde para algunas cosas.
Eso es algo que tienen que aceptar tanto Moncho Fernández como Chete Pazo, el director gerente del club. Muchos equipos en la LEB Oro se han puesto manos a la obra y ya tienen perfilada su plantilla. Mientras, el Obradoiro, en la parte deportiva, es un solar. Falta, a excepción de Moncho, toda la estructura del cuerpo técnico, además de los jugadores. En la parte administrativa también hay déficit de personal, ya que en estos momentos, junto a Pazo, sólo hay dos personas en el club.
Moncho Fernández aterriza en su club después de una larga trayectoria que ha dividido entre la Liga ACB y la LEB Oro. En esta categoría comenzó como entrenador ayudante de Moncho López en Gijón, equipo que dirigiría él más tarde en la LEB 1, entonces. Más tarde fue al Breogán, de nuevo a ser el ayudante de Moncho López, ahora en el Oporto portugués. Tras dos temporadas en Lugo, cogió sus maletas y se fue a Los Barrios, donde estuvo tres años, y donde fue capaz de mostrar lo mejor de sí como entrenador jefe de un equipo.
El año pasado le dieron la oportunidad en el CB Murcia en la Liga ACB. No tuvo suerte, con un equipo pequeño y un ambiente que quizá no fue el mejor. Fue despedido el 7 de diciembre, y sustituido por Edu Torres, que no fue capaz de salvar al equipo del descenso de categoría.
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